lunes, 23 de marzo de 2009

Crisis y Actualidad

Los sucesos y acontecimientos que evidencia nuestro mundo actual, no son mas que las crónicas de un modelo en crisis. Los desequilibrios sociales y naturales, las guerras latentes, la despreocupación y el descreimiento; son algunos de los males que resaltan y nos muestran una gran necesidad: la necesidad de replantearse el mundo en el que queremos vivir.

Es totalmente visible que las cosas tal como están no están bien; verlo, entenderlo, no es problema, no presenta dificultades. El problema es el planteo de las soluciones, los nuevos caminos, o mejor aún el hombre nuevo que se necesita para un mundo con futuro prospero y no apocalíptico.

En esta búsqueda de una sociedad diferente, nosotros como estudiantes de derecho debemos apoderarnos del compromiso que nos corresponde, debemos asumir el estudio de nuestra materia con pasión e interés suficiente como para poder determinar los problemas que se plantean en nuestro campo y descubrir las formas para resolverlos.

Muchos intelectuales han catalogado al derecho como una barrera infranqueable que tiende a mantener las estructuras sociales congeladas en el tiempo, lo cual salvo escasos intentos, es bastante cierto. Por ello, nuestra tarea, nuestra labor es mayor, es más difícil, pero no menos importante. Nos corresponde romper con las viejas estructuras de enseñanza de nuestras facultades decimonónicas y emprender un estudio exhaustivo de las necesidades y complejidades actuales, buscar espacios de discusión y debate, disentir y acordar; solo así se avanza.

Pero este cuestionamiento de las formas impuestas solo será productivo si se realiza con responsabilidad, es decir, solo se cuestiona lo que se sabe, lo que se entiende. Lo que no se sabe o no se entiende solo podrá cuestionarse luego de estudiarse pormenorizadamente, de lo contrario se caerá bajo el facilismo rebelde que hoy nos rodea y ese es el primer paso del fracaso.

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